La historia de los cuidados

EinsamkeitLa guer­ra no dejo otra opción

El con­cep­to dejo de ser fac­tible en Ale­ma­nia des­de el final de la segun­da guer­ra mun­di­al. En espe­cial en los últi­mos meses de la guer­ra han sido destrui­do muchas fami­li­as. La Ale­ma­nia venci­da con­sis­ta en su mayor par­te por ancia­nos y muje­res. Eso signi­fi­ca­ba que no había bas­tan­tes fami­li­as para poder tras la guer­ra abas­te­cer las nece­si­dades de las per­so­nas del pue­b­lo deno­mi­n­a­das. Por lo tan­to se con­struye­ron asi­los para mayo­res en el que podían ser aten­di­dos muchos per­so­nas por pocas asis­ten­ci­as. Has­ta los años ´50 había muy pocos asi­los para mayo­res pero ya por los ent­on­ces con una alta deman­da de per­so­nal, lo que mayormen­te ha sido ocup­a­do por muje­res.

Nace la imagen de per­so­nal del “cui­d­a­dor de ancia­nos”

En 1969 se comen­cé con la for­mación de el auxi­li­ar y cui­d­a­dor de ancia­nos cual pasa­ban por un examen por la All­ge­meine Prü­fungs­ord­nun­gen (APO) = Orde­nes gene­ra­les de exá­me­nes, así esta­ble­ci­do la titu­la­ción. Has­ta hoy en día no cam­bio mucho en dicho labor. Sola­men­te cam­bi­a­ron las situacio­nes en las resi­den­ci­as y asi­los moder­ni­za­ron los pro­ce­di­mi­ent­os orga­ni­za­ti­vas que se rigen por opti­mi­zar las gan­an­ci­as comer­cia­les. Otro detal­le que cam­bia des­de ent­on­ces son las can­ti­dades de medi­cacio­nes que se dan hoy en día en las resi­den­ci­as y asi­los. De esa mane­ra las far­ma­céuti­cas apoyan a las resi­den­ci­as y asi­los en aten­der con poco per­so­nal una gran can­ti­dad de pati­ne­tes.

La genera­ción pos­guer­ra ale­ma­na reci­be ayu­da del este de Euro­pa

Si se ve la deri­va­ción his­tó­ri­ca de esta situación es inte­res­an­te reco­no­cer que jus­to la unión euro­pea y en con­cre­to nuestros soci­os euro­pe­os del este son los que nos die­ron solu­cio­nes para los ancia­nos ale­ma­nes. A base de la libertad de pre­sta­ción de ser­vici­os son envia­dos estos asis­ten­tes por empre­sas a Ale­ma­nia. Aun­que la moti­va­ción princi­pal no sea la que hace venir asis­ten­ci­as del Euro­pa del este se obser­va com­pa­sión y ayu­da ent­re paí­ses.